viernes, 9 de agosto de 2013

MOUSSE DE LECHE MERENGADA

 

MOUSSE DE LECHE MERENGADA

 

A quién no le gusta sentarse en vacaciones en una terracita y tomarse una leche merengada bien fresquita! A mi me encanta! Sobre todo su aroma a canela y limón
Me decidí a hacerla en forma de mousse ya que su textura recién sacada de la nevera la convierte en un perfecto postre veraniego.
Además de sencilla, es muy vistosa para sorprender a los invitados, no necesita horno (que tanta pereza da encenderlo estos días tan calurosos) y además se puede congelar.

¿OS ANIMÁIS?

 Apuntad los INGREDIENTES que necesitaremos:
  • 250 gr (o un paquete) de galletas NAPOLITANAS DE CANELA.
  • 70 gr de mantequilla.
  • 600 gr de nata para montar.
  • 5 claras de huevo.
  • 5 láminas de gelatina (aunque en la foto aparece la gelatina de sobre royal, recomiendo que compréis la que venden en láminas, yo tuve que repetir ese pequeño proceso porque el sobre no se me disolvía ni a la de tres!!!)
  • 380 gr de leche condensada (yo compré la lata de leche condensada la Lechera que eran 370 gr me parece, no pasa nada)
  • 200 gr de leche entera.
  • 1 rama de canela.
  • Cáscara de limón.
  • Rayadura de la piel del limón.
  • Canela en polvo.
Aunque veáis muchos ingredientes no os asustéis, es muy fácil de hacer, solamente hay que seguir bien PASO a PASO:
En primer lugar realizaremos la base de la tarta con las galletas de canela y la mantequilla. Para ello machacaremos bien las galletas (yo las meto en una bolsa de plástico y les paso el rodillo hasta que se quede un polvo fino). Luego calentamos en el microondas la mantequilla y mezclamos estos dos ingredientes en el molde en el que vayamos a prepararlo (en este caso utilicé un molde de 26 cm de diámetro desmoldable. Es importante que sea desmoldable si no queréis terminar comiéndoos la mousse directamente del molde!!). Vamos chafando la galleta con  una cuchara para que quede bien compacto al fondo. Una vez listo reservamos en la nevera.
El siguiente paso será realizar la mousse. Para ello comenzaremos hidratando las láminas de gelatina en agua... ¿¿hidra... qué?? Vamos... introducimos las 5 láminas de gelatina en un cuenco con agua.
Mientras tanto ponemos en un cazo a calentar la leche con la rama de canela y la cáscara del limón (¡cuidado cuando cortéis la cáscara! Evitar coger la parte blanca del limón si no queréis que amargue). Sin que llegue a hervir lo dejamos unos minutos hasta que la leche coja el sabor y el aroma a canela y limón, ingredientes imprescindibles para hacer una rica leche merengada. Finalmente colamos la leche y le añadimos la leche condensada, y la gelatina hidratada (colada previamente para quitar todo el agua) hasta que se disuelva totalmente. Reservamos esta mezcla hasta que enfríe un poco.
Por otro lado montamos las claras de huevo al punto de nieve. Cuando estén casi montadas añadimos la ralladura del limón y un poco de canela en polvo para potenciar su sabor. Seguimos montando. Una vez montadas vamos incorporándola poco a poco a la mezcla que teníamos reservada con la leche y vamos mezclando con movimientos envolventes (es decir, lentamente con movimientos amplios para que las claras no se bajen.)
Finalmente, sólo queda montar la nata. Si no queréis que se os convierta en mantequilla ¡atentas!¡no la perdáis ni un minuto de vista! A mi no sería la primera vez que me ocurre... y que lástima...600 gr de nata a la basura... Por eso recomiendo si es la primera vez que vais a montar nata comprad el doble de lo que pone en la receta...por si las moscas! Antes de que esté totalmente montada añadir una cucharada sopera de azúcar glass. Una vez lista se incorpora a la mezcla anterior de la misma manera, con movimientos envolventes y mucho mimo.
¡Y ya casi está terminada! Sólo queda volcar la mezcla en el molde donde teníamos la galleta y terminar de alisar la superficie. Ahora ya sólo queda esperar. La introducimos en la nevera para que enfríe al menos 6 horas antes de comerla. Lo ideal es meterla en el congelador como hice yo la noche anterior y sacarla unas horas antes de comerla, ya que la mousse adquiere una textura más esponjosa si se ha congelado previamente, pero si no tenéis sitio en el congelador no pasa nada, con la nevera es suficiente.
Una sugerencia para presentar la tarta, es recortar círculos de papel, colocarlos encima y espolvorear canela en polvo para que cuando quitemos el papel se quede esta presentación tan vistosa...
TACHÁN!
Si no tenéis tiempo de poneros a recortar, podéis espolvorear simplemente canela por toda la superficie.





¡No os lo penséis más y empezad a hacerla, no os arrepentiréis!
¡A SEGUIR DISFRUTANDO DEL VERANO! 






1 comentario:

  1. Super bueno! La pusimos en el congelador y la sacamos 1 hora antes de comerla. Delicioso!!!!

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